El aceite se encarece
Los precios del aceite de oliva en origen han experimentado en las últimas semanas una subida media del 40%, según los datos manejados por la Administración. Frente a unos precios medios para un tipo lampante (el aceite de oliva más puro) de 1,65 a 1,70 euros por kilogramo en los tres años precedentes, estos se han situado de golpe en 2,40 euros. Este fuerte incremento responde a que se espera una cosecha muy a la baja como consecuencia de la sequía, aunque la existencia de unas reservas elevadas no pondrá en peligro el abastecimiento del mercado.
El aceite de oliva es uno de los sectores que ha sufrido una de las mayores crisis de precios en los últimos tres años. En la última campaña se obtuvo una producción récord de 1.610.000 toneladas, a las que se sumaron unas importaciones de 40.000 toneladas. Frente a estas disponibilidades totales, la demanda interior se ha mantenido estabilizada en unas 550.000 toneladas. Por el contrario, las exportaciones batieron todos los récords, hasta alcanzar las 827.000 toneladas.
Las elevadas cosechas de los últimos tres años, entre 1,4 y 1,6 millones de toneladas, se tradujeron en una caída de los precios hasta unos niveles medios de entre 1,65 y 1,70 euros por kilogramo para el aceite de oliva lampante, frente a unos costes de producción medios de 2,30 euros, según cifras del Ministerio de Agricultura.
La caída de los precios, también al consumo, no dio lugar a un aumento de la demanda y, para resolver el problema de los excedentes, la Administración europea concedió ayudas para el almacenamiento privado por importe de algo más de 200.000 toneladas, sin que la medida acarreara efectos positivos sobre los mercados.
Previsiones negativas
En la actualidad, a raíz de la sequía de los últimos meses, las previsiones de cosecha son negativas. Los más optimistas, desde la industria, apuntan la posibilidad de llegar al millón de toneladas si cayeran lluvias en septiembre. Los más pesimistas prevén una cosecha inferior a las 700.000 toneladas, contando con que existen unas 600.000 hectáreas de superficies olivareras de riego. A efectos de disponibilidades, a estas cantidades se deben sumar unas existencias al inicio de campaña cifrados en más de 500.000 toneladas.
La fuerte subida de los precios del aceite en origen supone por fin la vuelta a la rentabilidad del sector olivarero. El consumidor pagará más por el aceite, aunque la gran distribución lo mantenga como un producto reclamo. Este fuerte incremento en tan corto periodo de tiempo supondrá un gran problema para las industrias que hayan pactado entregas a unos precios con la gran distribución y que, para cumplir, hoy lo tendrán que asumir elevadas pérdidas.